TRAYECTORIA |
por Marcelo Scanu (2013)
Es muy difícil escribir sobre una persona querida y respetada por uno, más aun cuando se trata de un grande. Esta vez la complicada tarea me toca a mí y espero salir airoso de tamaña prueba.
... Antonio es una persona inquieta, cuando no está en un viaje o en la montaña está preparando uno. Así lo conocí con 17 años y hoy, 25 años después, sigue siendo el mismo. Este pensamiento, de recorrer lugares vírgenes y desconocidos, de descubrir, la ha inculcado a varias generaciones de exploradores, pues otra de sus virtudes es la generosidad. Comparte con quien encuentra sus aventuras o lo guía hacia la seleccionada por uno mismo, siempre con los mejores consejos y acertadas referencias.
Llegó joven a la Argentina desde la Italia de la posguerra buscándose "hacer la América" y bien que la hizo. Afincado en San Juan, con fugaz estadía en Buenos Aires, la cual nunca lo convenció, se casó con Edda formando una gran familia con hijos, nietos y bisnietos además de muchos allegados quienes siempre colmamos su bella y cálida casa.
Comenzó su actividad montañística en una época romántica, con equipo pobrísimo pero se la ingeniarion para lograr, junto especialmente a otros dos grandes como Sergio Gino Job y Edgardo Yacante (ambos fallecidos) el ascenso de las mayores cumbres inescaladas de entonces. Antonio siempre fue el alma mater de estas salidas y aun hoy sigue forzando los límites de la exploración. A la par de la faceta deportiva desarrollo muchas otras. Es uno de los principales referentes de la arqueología de alta montaña, siendo él aficionado pero un erudito a la vez. Sus descubrimientos se ven especialmente en el museo arqueológico de San Juan. Fotógrafo, periodista y escritor, su pluma inquieta comenzó a escribir artículos en el diario de la provincia pero en muchos otros medios nacionales e internacionales. Debo a su ayuda y dirección la iniciación en esta arte al igual que en la montaña. Los lauros obtenidos van desde algún diploma de una pequeña biblioteca hasta ser Cavaliere de la República Italiana.
No podemos hablar de esta persona singular sin hablar de su afición, más bien locura, hacia los caballos y mulas. Siendo adolescente tuvimos la primera expedición de alta montaña juntos, a Laguna Brava en La Rioja. Lo que hoy se hace en pocas horas en auto, tardó casi una semana a lomo de mula. Mientras peleaba con mi cabalgadura, Antonio lucia enhiesto en su mula y avanzaba de forma natural. Antes habia recorrido cientos de kilómetros de esa forma y recorrería muchos más luego. Destacamos entre sus expediciones la expedición tras los pasos de Musters, la cual hizo en parte sólo y que duró casi 6 meses! Partió de cerca de Rio Gallegos siendo recibido por una multitud en Carmen de Patagones.
En el interin sufrió robo de animales, burocracia, alambradas traicioneras que tuvo que sortear y hasta un tiroteo. Hace unos años recreó el itinerario de la columna de Cabot, que apoyó a San Martín en el cruce de los Andes. Este gaucho en el sentido literal de la palabra, es miembro destacado de la Confederación Gaucha Argentina. Y podría escribir mucho, mucho más sobre sus logros pero excederían esta apretadísima síntesis.
Hoy en día, Antonio está cosechando lo que ha sembrado en todos estos años. Su semilla ha germinado, sus palabras encontraron terreno fértil y muchos montañistas, arqueólogos y exploradores le agradecen profundamente su guía y apoyo. No hay ninguna duda de que se lo merece. |